sábado, 26 de enero de 2013

•Capítulo 4;

Re: { ɴσ нαвℓes cσɴ exтяαñσs } »נusтιɴвιeвeя&тu« —A∂αρтα∂α.

•Capítulo 4;

“You must be Bipolar” - “Tú debes ser Bipolar”


Pensé en mi mama, ¿Qué pensará cuándo se entere de lo que me pasó? Pensé en mi pequeño hermano, en mis amigos.. ¿Podría volver a verlos? ¿Me extrañarían?



Sentí una lágrima caer por mi mejilla, seguida de muchas más, era tan *beep*. Hubiera corrido cuando se me dio la oportunidad, justo antes de entrar a ese auto.



¿Por qué le tuve que creerle? Tal vez solo y me matarían después de haberse divertido conmigo.



Recordé cuando mi madre me regalaba chocolates cuando estaba triste. Como ella estaba siempre ahí para mi cuando necesitaba contarle algo. Y como nunca juzgaba lo que yo le decía.


Yo nunca crecería, cumpliría mis sueños o tendría una familia. Ellos tomarían todo de mí, ¡y ni siquiera les importaba! Más lagrimas cayeron de mis ojos, y estaba en un estado de shock



¿Qué es lo que me está pasado ahora? No puedo respirar.. Oh, tal vez no sería mala idea si muero ahora, así no tendría que sufrir tanto.



Respiré entrecortadamente y sentí como mi pecho subía y bajaba rápido. La puerta se abrió para revelar a Justin. “¿Qué mierd.. Agh, ¡Demonios!”


Luego de unos minutos estaba encima de mi, yo estaba casi que hiperventilando y el solo se empeñaba en estar sobre mi.


Las cuerdas fueron desatadas de la cabecera de la cama en donde estaba. El levantó su mano, pensé que iba a golpearme de nuevo, pero instantáneamente el tomó mi muñeca.


“Deja de agitarte. Estoy tratando de tomarte el pulso.. Demoni-agh, mierda, mierda, mierda” dijo algo asustado. Tomo mi cara con sus manos haciendo que lo mirara ”Mira, cr-creo que te rompiste alguna costilla. Tienes que parar de llorar y tratar de calmar tu respiración, si no lo haces podrías morir” Dijo lo más calmado posible.



¿Y por qué me tendría que importar eso? Hice lo que me pidió y paré de llorar poco a poco. Colocó su brazo alrededor de mi, y me frotó desde arriba hacia abajo el brazo. Y e sentía tan extrañamente bien.



Muy pronto mi respiración se calmó y el dejó escapar un suspiro de alivio.  ¿Por qué de pronto era tan bueno conmigo?


“¿Ves lo que pasa cuando me HACES caso?” dijo el con una sonrisa de satisfacción. ¡Y el Justin viejo estaba de vuelta!



Sabía que era muy bueno para ser verdad, sabía que estaba actuando así, como un humano decente, para no lastimarme más las costillas.



Empezó a subir mi camisa, oh Dios, no. Quité sus manos y me aleje como pude, un poco de él. “Tengo que subirla para asegurarme de que no hayan huesos rotos” dijo él, con un poco de rara despreocupación en su voz.


El levanto mi camisa de nuevo, no me moví, para no ser golpeada de nuevo. Empezó a ver mi torso y luego se lamió los labios “Dios..” Ronroneé.



“¿Qué fue eso?” Preguntó


“Nada..” Le respondí de vuelta, algo nerviosa.


“Si, eso creí yo” Tocó con sus manos presionando poco desde el comienzo de mi espinazo hasta el final, que era justo debajo de mis pechos. “Al parecer nada está roto, falsa alarma”



Continúo pasando sus dedos por ahí, el notó el cambio repentino de mi mirada y sonrió.



¿Es que no podía hacer nada sin sonreír? “¿Cómo te llamas?” me preguntó mientras seguía frotando sus dedos contra mi torso.



“__________” le dije en casi un susurro. Pensé que mentirle no era muy sabio.



“__________, no voy a hacerte nada, aún.” Me dijo y sentí ganas de vomitar.



“¿Puedes bajar mi camisa ya? Me estoy congelando” Hablé con un tono de esperanza en mi voz.


“No me importaría calentarte un poco” dijo mientras se acercaba a mí.


“No, no, así estoy bien” le respondí con rapidez.


“¿Cuál es la palabra mágica?” me pregunto dejando escapar un suspiro de fastidio.


“¿Por favor?” dije.


El rió. “No, es ‘Te amo Justin Bieber, y quiero tener hijos contigo’” ‘No lo creo amigo’ me dije.


Se separó un poco, pero parecía como si no hubiera hecho nada. Y seguía con su sonrisa estúpida en sus labios. “No, no diré eso” le dije mirándolo a los ojos. La sonrisa se desvaneció, y fue remplazada por una mirada de odio.


Clavó sus manos en mis costillas, solté un gemido de dolor. “Dirás lo que yo diga, cuando lo diga, ¿Entendiste?” Dijo con los dientes apretados.


“No voy a decirlo” Le dije lentamente.


Sus ojos cada vez derrochaban odio. “He dicho que dirás lo que yo diga, cuando yo diga, ¿Sabes por qué? Porque tú eres mía, y no hay nada en el mundo que me detenga de lo que quiero hacer. Y si quiero matarte ahora mismo, ¡lo hago!”


Me había inmovilizado, y su rostro estaba cerca del mío. “Entonces ¿Por qué no lo haces ya? Vamos, mátame, sería mucho mejor que estar cerca de ti” Le repliqué.


“Pero, ¿por qué darte la satisfacción? Si hay unas cuantas cosas que quisiera hacer contigo.. y cuando me decida a matarte, lo haré lento, muy lento, para que sientas cada segundo el dolor. Y cuando termine, me estarás suplicando para que te mate de una vez” Y entonces, me golpeó.


Fue fuerte, pero no lo suficiente para que gritara, lo que estoy segura, que él hubiera querido, maldito bastardo. Quería llorar pero honestamente, estaba muy lejos de hacerlo.


Abandonó la habitación dejándome desatada, ahora tendría que poner atención a los alrededores. A través de la ventana pude ver que estaba en un segundo piso, y que la vista era muy linda. Y si, estábamos en la mitad de la nada –había una enorme ventana-, lo único que veía eran sembradíos.


Si sólo pudiera encontrar la salida de esta *beep* habitación.


Me senté por un par de horas contemplando el paisaje, caminé de un lado  otro la habitación, cuando de pronto, algo llamó mi atención.


¡Una cámara! ¡Ese hijo de puta me estaba observando! En ese momento se me ocurrió una idea, era arriesgada, pero valía la pena.


Tyler se levantó. “¿A dónde vas? Pensé que querías escuchar mi historia..” Dije


“Voy a conseguir un poco de agua, te ves un poco pálida” me respondió. Le agradecí, mi boca estaba seca de hablar tantas horas seguidas. Metí la mano a la mochila que siempre cargaba conmigo, y saqué dos Magdalenas, nos habíamos perdido el desayuno, sólo nos quedaba esto. Pero algo llamó mi atención; un collar de plata con la forma de llave junto a un pequeño corazón.


“Cuando te pongas esto.. Tienes que saber que lucharé por ti, pase lo que pase.. Hasta que tú corazón deje de latir” Dijo Justin mirándome, sus ojos brillaban. Sonreí y asentí, él besó mi mejilla. ¿Cómo las cosas habían pasado a esto? ¿Cómo pude odiarlo, pero al mismo tiempo amarlo? Era un lado completamente diferente de Justin que no había conocido. Solo esperaba que me perdonara por lo que estaba a punto de hacer.

“¿Qué es eso?” Me preguntó Tyler señalando el colgante.


“Eh-Nada, no es nada” le dije rápidamente escondiéndolo. Sabía que no me presionaría con este tipo de cosas. Después de comer me levanté para conseguir un poco de aire fresco. Estaba empezando a duda, no quería contarle la historia. Esperaba que Tyler se le olvidara y no me insistiera.


“Así que.. Me vas  contar la brillante idea que tuviste al ver la cámara, ¿o no?” Bien, no hubo suerte, así que continué:

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